Saturday, April 3, 2010

Eufemismos comunes en el ámbito laboral y otros ....

Cada día es más frecuente la creatividad de las personas, en general las que trabajan en áreas de recursos humanos, para inventar sinónimos que suenen políticamente correcto o para suavizar lo fuerte de una palabra, lo que conocemos como eufemismo.. En el tiempo que llevo de trabajo, he visto algunos que ya son clásicos.. los que la memoria me permite entregar ahora ...


  • Desviculación = Despido
  • Empleado = Colaborador
  • Falta a la verdad = miente


Creo que esta lista la iré completando... me pueden colaborar si quieren...

Friday, March 12, 2010

Give me a Break!!!


Oh my God!!!, it's been about 2 weeks since a huge earthquake in Chile hits us, 8.8 in magnitude, one of the largest in history. It was a nightmare, it was like being in a boat in the middle of a storm. I could not stand on my feet, and with my son in may arms, it makes it worst. Everything was falling, glasses, TV, etc. .... was not a pleasant experience .... But fortunately, I'm fine and my family is ok, and everything is slowly coming back to normal. It is the second earthquake I live.

But now, 12 earthquakes larger than 5.0 in ricther scale, 6.9 and 6.7 included, in less than 24 hours... please, give me a break!!

Tuesday, December 29, 2009

Fecha en el nombre de archivo en .bat en Windows

En Unix es simple almacenar la salida de la ejecución de un comando en un archivo que incluya la fecha en el nombre. Por ejemplo:

FECHA=`date "%Y%d%m"`
ls -l > archivo_${FECHA}.txt


Pero en Windows, con su limitado ambiente de scripting, se puede hacer. Este es el ejemplo..

----- COPY -------------
set today=%date:~-4%%date:~4,2%%date:~7,2%
dir >>j%today%.txt
----- COPY -------------

Esop.

Wednesday, September 16, 2009

El viaje del Elefante de José Saramago

Hace un tiempo atrás leí la novela El viaje del Elefante de José Sarmago. Esta novela se inicia cuando Juan III, rey de Portugal, decide regalar al archiduque Maximiliano de Austria el elefante Salomón, y cuyo desarrollo se basa en el asombroso viaje de este elefante y sus vivencias junto a Subhra, el cornaca, su compañero y leal amigo.

Al leer a Saramago, uno sabe que a lo que va: un estilo basado en escribir frases bastante largas, párrafos muy extensos y diálogos continuos, solamente separados por una simple coma y una letra en mayúscula. Todo el libro parece una conversación con el lector, hasta los últimos capítulos, es donde se puede ver al escritor que tanto se admira, ese que divaga en distintos temas dando saltos de uno a otro.

En definitiva un libro sólo para fans de Saramago ..

Monday, September 7, 2009

The DBMS_SHARED_POOL package is not executed on the Existing Database, So the installation Cannot Proceed

Issue
You are installing EM Grid Control using existing database option and you
receive the following error:

The DBMS_SHARED_POOL package is not executed on the
Existing Database, So the installation Cannot Proceed.
Solution
If the DBMS_SHARED_POOL package has not been installed at the time of the
database creation, Oracle Universal Installer displays an error message and
prompts you to execute this package before proceeding with the installation.

To check whether or not the DBMS_SHARED_POOL package has been installed, login
to the database and execute the following query:

Select count(*) from dba_objects where OWNER = 'SYS'
AND object_name = 'DBMS_SHARED_POOL'
AND object_type IN ( 'PACKAGE','PACKAGE BODY') ;

This query should return a count of 2.

To install the DBMS_SHARED_POOL package, execute the following script:

$ORACLE_HOME/rdbms/admin/dbmspool.sql

REFERENCE:
Installing Enterprise Manager 10g Grid Control Using an Existing Database

Friday, July 31, 2009

Zeitgeist Subtitulada al Español

Zeitgeist (película)

(DESDE WIKIPEDIA)

Zeitgeist es un documental escrito, dirigido y producido por Peter Joseph el año 2007, que tuvo una amplia difusión por Internet, en la web del proyecto y medianteGoogle Video; aunque fue grabado originalmente en inglés, es posible descargarlo del sitio web oficial con subtítulos en español. Al no haberse distribuido por los canales convencionales, no existen datos fiables acerca de cuánta audiencia ha tenido, pero el director del video afirma que los documentales Zeitgeist han sido vistos por cincuenta millones de personas en todo el mundo2 desde su publicación gratuita en Google Video en la primavera de 2007.

Contenido

[ocultar]

Contexto [editar]

El título, Zeitgeist, es una expresión alemana que quiere decir «espíritu de una época», aludiendo a la experiencia del clima cultural dominante. El comunicado del sitio web oficial declara que Zeitgeist, The Movie y su secuela Zeitgeist: Addendum fueron creadas como expresiones sin ánimo de lucro para comunicar lo que el autor siente que son conocimientos sociales muy importantes de los que la mayoría de humanos no son conscientes. Según el autor, el documental se centra, con información histórica y moderna suprimida, en las actuales instituciones sociales dominantes, al tiempo que explora lo que puede esperar a la humanidad, si las estructuras de poder en general, persisten en sus patrones de egoísmo, corrupción y consolidación.

Sinopsis [editar]

El documental está estructurado en tres partes. La primera es una exposición del cristianismo como un mito, un híbrido astrológico-literario. Este mito, argumenta el documental, constituye el terreno abonado sobre el que pueden funcionar nuevos mitos en los que las masas crean ciegamente y así ser manejados con mayor facilidad. La segunda parte, analizando los atentados del 11-S, expone el funcionamiento de la propaganda y adoctrinación mediática, logrando que los propios ciudadanos acepten ser más controlados por sus gobiernos pese a que eso suponga una reduccion de sus libertades. La tercera sección habla sobre la política y economía global, enfocándose en el monopolio del dinero (junto a la especulación financiera) y el gasto militar.

Primera parte: La historia más grande jamás contada [editar]

En la primera parte del documental se describen las similitudes que existen entre los mitos de distintas religiones antiguas con el cristianismo. Para ello el documental compara elementos extraídos de la Biblia y de la posterior tradición católica romana con descripciones de dioses de otras civilizaciones anteriores al cristianismo, principalmente de la mitología egipcia, llegando a la conclusión de que la figura de Jesús es una copia de diversos mitos heredados de dichas religiones.

Se hace hincapié en que ciertos atributos de mitos anteriores fueron copiados y atribuidos por los primeros cristianos a la figura de Jesús de Nazaret. El documental sugiere que la figura mitológica de Jesús de Nazaret se corresponde, como la de Mitra y Horus entre otras deidades paganas anteriores y contemporáneas a la suya, con la de un Dios solar. Jesús sería el Sol, figuradamente, el que es «visto venir desde los cielos», «andando sobre el agua», etc. La muerte y resurrección del Dios Sol se corresponde con el solsticio de invierno: durante el mismo el Sol (el Dios Sol - Jesús) llega el día 22 a su punto más bajo, muere, en las vecindades de una conocida constelación llamada la Cruz del Sur. El sol detiene su viaje por tres días (al menos aparentemente) hasta que otro grupo de estrellas bien conocidos, el Cinturón de Orión («las tres Marías» o como se les llamaba en la antigüedad «los tres reyes»), apuntan hacia la salida del Sol, su resurrección, en la mañana del 25 de diciembre. Simbólicamente hablando: El Dios Sol ha muerto en la Cruz para luego de tres días volver a la vida.

Posteriormente el documental plantea que la mayoría de las religiones comparten los mismos rasgos mitológicos, atribuyen las mismas características a sus dioses, indicando que las primeras religiones se formaron mediante la observación del cielo, y explicando la relación que se puede observar entre la astrología y las religiones. También señala otros mitos compartidos, con paralelismos entre el Diluvio universal y la leyenda de Gilgamesh, y varios ejemplos de mitos similares a la historia de Moisés en las culturas de la India, Creta y Egipto.

Finalmente plantea que la Iglesia, como institución vinculada al poder desde el Imperio Romano, ha usado la figura de Cristo como justificación para reprimir y manipular las sociedades.

El cristianismo, junto con todos los demás sistemas teístas de creencia, es el fraude de la era. Sirvió para separar las especies del mundo natural e igualmente el uno del otro. Respalda la sumisión ciega a la autoridad. Reduce la responsabilidad humana al efecto de que «Dios» controla todo y crímenes a su vez terribles se pueden justificar en nombre de la divinidad. Y lo más importante, faculta a aquellos que sabiendo la verdad, utilizan el mito para manipular y controlar sociedades. El mito religioso es el dispositivo más potente que jamás se haya creado, y sirve como terreno psicológico sobre el que otros mitos pueden florecer.
Zeitgeist. La película.3

Segunda parte: Todo el mundo es un escenario [editar]

Véase también: Conspiraciones del 11-S

En este capítulo se afirma que los ataques del 11S en Nueva York y los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres fueron en realidad perpetrados por algún grupo de poder de EE. UU. Según el autor, se trataría de una operación de bandera falsa encaminada a conseguir el beneplácito de la sociedad estadounidense para iniciar las reformas necesarias que permitirían el comienzo de una serie de invasiones de puntos estratégicos como son Afganistán, Iraq e Irán.

La Verdad del 11 de septiembre:

Elementos criminales desde el gobierno de los Estados Unidos escenificaron un ataque terrorista de bandera falsa sobre sus propios ciudadanos, con el objetivo de manipular la opinión pública para apoyar sus objetivos.
Han venido haciéndolo durante años.

El 11 de septiembre fue un trabajo interno.
Zeitgeist. La película.3

Tercera parte: No prestes atención a los hombres detrás de la cortina [editar]

En el último capítulo se detalla la abolición del Banco Central de EE.UU y el nacimiento de la Reserva Federal, la evolución del sistema monetario y por último los supuestos fines de los hombres detrás de la cortina, grupo organizado de poder formado por las grandes fortunas mundiales, que irían desde la creación de la Unión Norteamericana e implantación de chips RFID en todas las personas del planeta, hasta la declaración de un gobierno mundial.

Es el capítulo donde se explica que los postulados del segundo capítulo forman parte de una serie de acontecimientos históricos planificados, entre los que se incluyen la caída de la bolsa de 1929 (el llamadoJueves Negro) y la consecuente Gran Depresión y el ataque japonés a Pearl Harbor que propició la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial entre otros, mezclado con proyecciones sobre sucesos futuros específicamente en el tema de la geopolítica.

En efecto, la manipulación de la sociedad a través de la generación de miedo y división ha desvinculado completamente a los seres humanos de su sentido del poder y la realidad. Este proceso ha ocurrido durante siglos, si no milenios: la religión, el patriotismo, la raza, la riqueza, clase y cualquier otra forma de identificación arbitraria y separatista, así concebida ha servido para crear una población controlada y totalmente maleable en manos de unos pocos. Divide y vencerás es el lema. Y mientras la gente siga viéndose a sí misma desvinculada de todo lo demás, se presta a ser completamente esclavizada.
Los hombres detrás de la cortina lo saben y también saben que si la gente se da cuenta de su verdadera relación con la naturaleza y su verdadero poder personal, todo el zeitgeist manufacturado del que son presos (la gente), se derrumbará como un castillo de naipes.
Zeitgeist. La película3

Publicación y premios [editar]

Zeitgeist, the Movie fue publicado gratuitamente en internet a través de Google video4 el 26 de junio de 2007, y desde entonces ha sido subtitulado en varios idiomas. Una versión remasterizada del documental fue proyectada el 10 de noviembre de 2007 en el Egyptian Theater de Hollywood, como participante del festival de cine que se celebraba allí, el cuarto Artivist Film Festival, en el que ganó el premio en la categoríaArtivist Spirit de largometraje documental.5 6

Peter Joseph afirma que los documentales Zeitgeist han sido vistos por cincuenta millones de personas en todo el mundo.;2 algunas fuentes, dejan la cifra en los 30 millones de espectadores para el segundo documental:7 Zeitgeist: Addendum.

Activismo del creador [editar]

Desde el sitio web oficial de Zeitgeist, dentro de la sección Activismo, se redirige al sitio web thezeitgeistmovement8 (El movimiento Zeitgeist), sitio que no reconoce las naciones, gobiernos, razas, religiones, credos o clase, y que, a su vez, los considera a todos estos, como acuerdos falsos, obsoletas distinciones que están lejos de ser factores positivos para el verdadero crecimiento humano colectivo y su potencial.9

En "El movimiento Zeitgeist" pueden encontrarse artículos donde se leen diferentes protestas breves. Básicamente critican el Estado policial, el sistema educativo actual y denuncian lo que el autor considera mentiras sobre lo que ocurrió el 11-S.4

En el foro de dicha web sobre el activismo de Zeitgeist se menciona el apoyo para la Presidencia de los Estados Unidos a Ron Paul, político estadounidense de ideología paleolibertaria, antes miembro del Partido Libertario y ahora miembro del Partido Republicano, y del cual reconoce que, aunque "no es perfecto", ha prometido abolir la Reserva Federal,10 se ha opuesto radicalmente a la Unión de Estados del Norte y promete poner fin al Impuesto a los Ingresos.








Friday, June 19, 2009

Pelea con globos

Tuesday, June 9, 2009

Desencanto - Por Jose Saramago

Desencanto


By José Saramago


Todos los días desaparecen especies animales y vegetales, idiomas, oficios. Los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Cada día hay una minoría que sabe más y una minoría que sabe menos. La ignorancia se expande de forma aterradora. Tenemos un gravísimo problema en la redistribución de la riqueza. La explotación ha llegado a extremos diabólicos. Las multinacionales dominan o mundo. No sé si son las sombras o las imágenes las que nos ocultan la realidad. Podemos discutir sobre el tema infinitamente, lo cierto es que hemos perdido capacidad crítica para analizar lo que pasa en el mundo. De ahí que parezca que estamos encerrados en la caverna de Platón. Abandonamos nuestra responsabilidad de pensar, de actuar. Nos convertimos en seres inertes sin la capacidad de indignación, de inconformismo y de protesta que nos caracterizó durante muchos años. Estamos llegando al fin de una civilización y no me gusta la que se anuncia. El neoliberalismo, en mi opinión, es un nuevo totalitarismo disfrazado de democracia, de la que no se mantienen nada más que las apariencias. El centro comercial es el símbolo de ese nuevo mundo. Pero hay otro pequeño mundo que desaparece, el de las pequeñas industrias y de la artesanía. Está claro que todo tiene que morir, pero hay gente que, mientras vive, tiende a construir su propia felicidad, y esos son eliminados. Pierden la batalla por la supervivencia, no soportan vivir según las reglas del sistema. Se van como vencidos, pero con la dignidad intacta, simplemente diciendo que se retiran porque no quieren este mundo.

Como estar en Desacuerdo

Como estar en Desacuerdo (original en inglés)
por Paul Graham (Marzo 2008)



La red se está convirtiendo el escribir en una conversación. Hace 20 años, escritores escribían y lectores leían. La red deja que los lectores respondan, y es cada vez más frecuente que lo hagan - en secciones de comentarios, en foros, y en artículos propios en sus blogs.



Muchos de los que responden lo hacen porque están en desacuerdo con algo. Eso es de esperarse. Estar de acuerdo tiende a motivar menos a la gente que estar en desacuerdo. Y cuando tú estás de acuerdo hay menos que decir. Tú podrías expandir algo que el autor dijo, pero el probablemente ya ha explorado las implicaciones más interesantes. Cuando tú estás en desacuerdo entras en territorio que él puede no haber explorado todavía.



El resultado es que hay mucho mas desacuerdos, especialmente medidos en número de palabras. Eso no significa que la gente tenga mas rabia ahora. El cambio estructural en la forma en que nos estamos comunicando es suficiente como explicación. Pero aunque no es rabia lo que esta impulsando el aumento de los desacuerdos, hay un peligro que el aumento de los desacuerdos hará que la gente se esté mas enrabiada. Particularmente en línea, donde es fácil decir cosas que uno nunca diría cara a cara.



Si todos vamos a están en desacuerdo más a menudo, deberíamos ser más cuidadosos en como hacerlo bien. ¿Que significa el estar en desacuerdo bien? La mayoría de los lectores me pueden decir la diferencia entre el insulto y una refutación bien razonada, pero creo que sería útil el nombrar los estados intermediarios. Así que aquí hay un intento de tener una jerarquía de desacuerdos:



DH0. Insulto (”Name-calling”)



Esta es una de las formas mas bajas de desacuerdo, y probablemente también, la más común. Todos hemos visto comentarios como:

¡¡¡eres un maricón!!!

Pero es importante darse cuenta que insultos más articulados tienen tan poco peso como este. Un comentario como
El autor tiene conocimiento muy superficial y es un ególatra.

no es más que una versión pretenciosa de “¡¡¡eres un maricón!!!”

DH1. Ad Hominem:



Un ataque ad hominem no es tan débil como el mero insulto. Incluso puede que tenga un poco de peso. Por ejemplo, si un senador escribe un artículo diciendo que los sueldos de los senadores debería ser incrementados, uno podría responder

Por supuesto que el dice eso. Es un senador.

Esto no refuta el argumento del autor, pero al menos es relevante a la discusión. Sin embargo, todavía es una forma muy débil de desacuerdo. Si hay algo errado en el argumento del senador, uno debería decir lo que es; y si no hay nada errado, ¿que diferencia hace que él sea senador?

Decir que el autor no tiene la autoridad para escribir sobre un tópico es una variante de ad hominem - y una forma particularmente inútil, porque las buenas ideas frecuentemente se originan en gente que vienen de otros campos. La pregunta es si el autor tiene razón o no. Si la falta de autoridad le causó el cometer errores, apunta cuáles son. Y si no lo hizo, entonces no hay problema.



DH2. Respondiendo al Tono.



En el siguiente nivel comenzamos a ver respuestas a lo que se ha escrito en vez de al escritor. La forma más baja de estos niveles es el estar en desacuerdo con el tono del autor, p.e.

No puedo creer que el autor desestime el Diseño Inteligente en una forma tan poco responsable.

Aunque es mejor que atacar al autor, esta es todavía una forma muy débil de desacuerdo. Importa mucho más si el autor tiene razón o no que cuál es su tono. Especialmente porque el tono es tán difícil de juzgar. Alguien que tiene un problema con algún tema puede ofenderse por el tono que otros lectores pueden encontrar neutral.

Así que si lo peor que uno puede decir sobre algo es criticar su tono, uno no está diciendo mucho. ¿Está delirando el autor, pero está en lo correcto? Mejor esto que ser serio pero estár equivocado. Y si el autor no está en lo correcto, menciona en qué.



DH3. Contradicción.



En esta etapa finalmente obtenemos respuestas a lo que fue dicho, en vez de como o quién lo dijo. La forma más baja de respuesta a un argumento es simplemente plantear el caso opuesto, con poca o ninguna evidencia que lo apoye.



Esto es frecuentemente combinado con frases DH2 como

No puedo creer que el autor desestima el Diseño Inteligente en una forma tan irresponsable. El diseño inteligente es una teoría científica legítima.

Contradicción puede tener peso a veces. A veces el mero hecho de ver el caso opuesto en forma explícitamente es suficiente para ver que es correcto. Pero habitualmente la evidencia ayuda.

DH4. Contraargumento:



En el nivel 4 llegamos a la primera forma de desacuerdo convincente: el contraargumento. Las formas previas pueden ser ignoradas ya que no prueban nada. Contraargumento puede probar algo. El problema es que es difícil saber exactamente qué.



Contraargumento es contradicción más razonamiento y/o evidencia. Cuando es apuntado directamente el argumento original, puede ser convincente. Pero desafortunadamente es común que los contraargumentos sean dirigidos a algo ligeramente distinto. Más a menudo que no, dos personas discutiendo apasionadamente sobre algo de hecho están discutiendo sobre dos cosas distintas. A veces incluso están de acuerdo el uno con el otro, pero están tan inmersos en su disputa que no se dan cuenta.



Podría haber una razón legítima para argumentar contra algo ligeramente distinta a lo que el autor original dijo: cuando uno cree que se le escapo lo más importante del tema sobre el que escribió. Pero cuando uno hace eso, debería decirlo explícitamente.



DH5. Refutación.



La forma más convincente de desacuerdo es refutación. Es también la más rara, porque es la que requiere más esfuerzo. De hecho, la jerarquía de desacuerdo forma una especie de pirámide, en el sentido que mientrás más arriba uno va las menos instancias encuentra.



Para refutar a alguien uno probablemente tendría que citarlos. Uno tiene que encontrar una “pistola humeante”, un párrafo con el que uno está en desacuerdo y que cree equivocado. Si uno no puede encontrar una cita con la que está en desacuerdo, puede que uno esté en desacuerdo con un espantapájaros.



Aunque en general la refutación requiere citación, citación no necesariamente implica refutación. Algunos escritores citan parte de cosas con la que están en desacuerdo para dar la impresión de refutación legítima, y después proceden con una respuesta tan baja como DH3 o incluso DH0.



DH6. Refutar el Punto Central.



La fuerza de una refutación depende de qué estás refutando. La forma más poderosa de refutación es refutar el punto central de alguien.



Incluso en formas tan altas como DH5 todavía vemos deshonestidad deliberada, como en el caso cuando alguien elije puntos menores de un argumento y los refuta. A veces el espíritu con que esto se hace lo convierte más en una forma más sofisticada de ad hominem que una refutación real. Por ejemplo, corregir la gramática de alguien, o insistir en en apuntar errores menores en nombres o números. Aunque el argumento opuesto depende en esas cosas, el único propósito de corregirlos es desacreditar al oponente.



Refutar algo de verdad requiere que uno refute el punto centrar, o al menos uno de ellos. Y eso significa que uno tiene que comprometerse explicitamente a cuál es el punto central. Por lo tanto, una refutación realmente efectiva sería algo como

El punto principal del autor parece ser x.
Como el dice:
<cita del artículo original>

Pero esto esta equivocado por las siguientes razones….

La cita que uno destaca como errada no necesita ser el punto principal del autor. Es suficiente refutar algo sobre lo que este punto depende.


Que Significa



Ahora tenemos una forma de clasificar formas de desacuerdo. ¿Para que sirve? Una cosa que la jerarquía de desacuerdo no nos da es una forma de elegir un ganador. Una respuesta DH6 puede ser completamente errada.



Pero aunque niveles DH no establecen un límite mínimo sobre cuán convincente es una respuesta, si establecen un límite máximo. Una respuesta DH6 puede ser poco convincente, pero una DH2 o más baja siempre es poco convincente.



La ventaja más obvia de clasificar las formas de desacuerdo es que ayudará a la gente a evaluar lo que leen. En particular, los ayudará a ver más allá los argumentos más intelectualmente deshonestos. Un expositor o escritor elocuente puede dar la impresión de vencer a un oponente meramente usando palabras fuertes. De hecho esta es probablemente la característica que define a un demagogo. Al darle nombres a las distintas formas de desacuerdo le damos a los lectores críticos una forma de ver esos problemas.



Esas etiquetas también pueden ayudar a otros escritores. La mayoría de la deshonestidad intelectual es sin intención. Alguien que está argumentando contra el tono de algo con lo que está en desacuerdo puede creer que realmente está diciendo algo. Dar un par de pasos atrás y ver su posición en la jerarquía de desacuerdos puede inspirarlo a tratar de moverse más arriba a contraargumentar o refutar.



Pero el beneficio más grande de estar en desacuerdo bien no es solo que hará que las conversaciones sean mejores, sino que hará más feliz a la gente que las tienen. Si tú estudia conversaciones, encontrarás que hay mucha más crueldad en DH1 que más arriba en DH6. Tú no tienes que ser cruel cuando tienes algo real que decir. De hecho, no quieres ser cruel. Si tienes algo real que decir, el ser cruel se convierte en un obstáculo.



Si moverse más arriba en la jerarquía hace que la gente sea menos cruel, eso hará que la mayoría de ellos también sean más felices. La mayoría de la gente no disfruta ser cruel; lo hacen porque no pueden evitarlo.

Es bueno que haya ricos (Paul Graham)



Es bueno que haya ricos



Por Paul Graham


Traducido por Mariano Bas Uribe





Mayo de 2004 (publicado en línea en noviembre de 2006)



Cuando la gente se preocupa lo suficiente sobre algo como para hacerlo bien, quienes lo hacen mejor tienden a ser mucho mejores que el resto de la gente. Hay un enorme hueco entre Leonardo y sus contemporáneos de segunda línea, como Borgognone. Vemos el mismo hueco entre Raymond Chandler y el escritor medio de novelas policiacas. Un jugador profesional de ajedrez de alto nivel podría jugar diez mil partidas contra un jugador normal de club sin perder ninguna.



Igual que el ajedrez o la pintura o la escritura de novelas, hacer dinero es una habilidad muy especializada. Pero, por alguna razón, tratamos de forma diferente esta habilidad. Nadie se queja cuando unos pocos superan a los demás jugando al ajedrez o escribiendo novelas, pero cuando unos pocos hacen más dinero que los demás, se escriben muchas columnas diciendo que está mal.



¿Por qué? El patrón de variedad no parece diferente del de cualquier otra habilidad. ¿Qué hace que la gente reaccione tan ferozmente cuando la habilidad es hacer dinero?



Pienso que hay tres razones por las que tratamos diferentemente el hacer dinero: el engañoso modelo de riqueza que aprendemos de niños, la mala reputación de cómo se han acumulado las fortunas hasta hace poco y la preocupación por que las grandes variaciones de ingresos sean de alguna forma malas para la sociedad. Hasta donde yo lo entiendo, la primera es errónea, la segunda está desactualizada y la tercera es empíricamente falsa. ¿Podría ser que, en una democracia moderna, la variación en los ingresos sea realmente una señal de salud?



El modelo de riqueza de papá



Cuando tenía cinco años pensaba que la electricidad la creaban los enchufes. No sabía que había centrales eléctricas por ahí generándola. De forma parecida, a la mayoría de los niños no se les ocurre que la riqueza es algo que tiene que generarse. Parece ser algo que fluye de los padres.



A causa de las circunstancias en las que la encuentran, los niños tienden a no entender la riqueza. La confunden con el dinero. Piensan que hay una cantidad fija. Y piensan en ella como algo que distribuyen las autoridades (así que debería distribuirse equitativamente), y no en algo que tiene que crearse (y podría crearse desigualmente).



De hecho, la riqueza no es el dinero. El dinero es sólo una forma cómoda de cambiar una forma de riqueza por otra. La riqueza es lo que hay por debajo, los bienes y servicios que compramos. Cuando viajamos de un país rico a uno pobre, no tenemos que mirar las cuentas bancarias de la gente para darnos cuenta de qué nivel de riqueza tienen. Podemos ver la riqueza: en edificios y calles, en las ropas y la salud de la gente.



¿De dónde viene la riqueza? La hace la gente. Esto era más fácil de percibir cuando la mayoría de la gente vivía en granjas y fabricaban con sus propias manos muchas de las cosas que querían. En aquellos tiempos podía verse la riqueza que creaba cada familia en la casa, los animales y el granero. Por tanto era evidente que la riqueza del mundo no era una cantidad que tuviera que compartirse, como las porciones de una tarta. Si queríamos más riqueza, podíamos fabricarla.



Esto es igual de verdadero hoy día, aunque pocos de nosotros creamos riqueza directamente por nuestros propios medios (excepto los vestigios de unas pocas tareas domésticas). Principalmente creamos riqueza para otras personas a cambio de dinero, que posteriormente intercambiamos por las formas de riqueza que deseamos.[1]



Como los niños son incapaces de crear riqueza, ha de dárseles todo lo que tengan. Y cuando la riqueza es algo que se da, evidentemente parece que debería distribuirse equitativamente.[2] En la mayor parte de las familias es así. Los niños se ocupan de eso. "Es injusto", protestan cuando un hermano obtiene más que otro.



En el mundo real no podemos mantenernos viviendo de nuestros padres. Si queremos algo o bien tenemos que fabricarlo o bien hacer algo de valor equivalente para otro, con el fin de hacer que éste nos dé suficiente dinero como para comprarlo. En el mundo real, la riqueza (excepto para unos pocos especialistas como ladrones y especuladores) es algo que tenemos que crear, no algo que distribuye papá. Y como la capacidad y deseo de crearla varían de persona a persona, no se fabrica equitativamente.



Se nos paga por hacer algo que quiere la gente y generalmente quienes hacen más dinero son sencillamente mejores haciendo cosas que quiere la gente. Los grandes actores ganan mucho más dinero que los de serie B. Los actores de serie B podrán ser casi tan carismáticos como los más conocidos, pero cuando la gente va al cine y mira la cartelera, buscan ese atractivo extra que tienen las grandes estrellas.



Hacer lo que quiere la gente no es la única forma de obtener dinero, por supuesto. También podemos robar bancos, o pedir sobornos, o establecer un monopolio. Esos trucos generan algo de la variación en la riqueza y así es como se formaron algunas de las mayores fortunas individuales, pero no son la causa principal de la variedad de ingresos. La causa principal de la variedad de ingresos, como implica la navaja de Occam, es la misma que la de la variedad en cualquier otra habilidad humana.



En Estados Unidos, el presidente de una gran empresa gana alrededor de 100 veces más que el ciudadano medio.[3] Los jugadores de baloncesto ganan alrededor de 128 veces más y los de béisbol unas 72 veces más. Los editoriales citan este tipo de estadísticas con horror. Pero yo no veo problemas en imaginar que una persona pueda ser 100 veces más productiva que otra. En la Roma antigua, el precio de los esclavos variaba en un factor de 50, dependiendo de sus habilidades.[4] Y eso sin considerar la motivación o el incremento extra en la productividad que podemos obtener con la tecnología moderna.



Las columnas acerca de los salarios de deportistas o presidentes me recuerdan a los primeros escritores cristianos, discutiendo a partir de premisas si la Tierra era redonda, cuando sencillamente podían salir a la calle y comprobarlo.[5] Cuánto vale el trabajo de alguien no es una cuestión política. Es algo que el mercado ya determina.



"¿Realmente valen tanto como 100 de nosotros?", preguntan los columnistas. Depende de lo que queramos decir por "valen". Si decimos "valen" en el sentido de lo que la gente llegaría a pagar por sus habilidades, la respuesta aparentemente es sí.



Los ingresos de algunos consejeros delegados de empresas reflejan algún tipo de error. ¿Pero acaso no hay otros cuyos ingresos reflejan la riqueza que generan? Steve Jobs salvó una compañía en estado terminal. Y no solamente en la forma en que lo hace un especialista en este tipo de rescates, reduciendo costes: tuvo que decidir cuáles debían ser los próximos productos de Apple. Poca gente podría haberlo hecho. E independientemente del caso de los consejeros delegados, es difícil ver cómo puede alguien argumentar que los salarios de los jugadores profesionales de baloncesto no reflejan la oferta y la demanda.



Puede parecer raro en principio que un individuo pueda realmente generar mucha más riqueza que otro. La clave de este misterio es revisar la cuestión, ¿realmente valen tanto como 100 de nosotros? ¿Cambiaría un equipo de baloncesto a uno de sus jugadores por 100 personas al azar? ¿A qué se parecería el próximo producto de Apple si reemplazamos a Steve Jobs por un comité de 100 personas elegidas al azar?[6] Estas cosas no escalan linealmente. Quizá el consejero delegado o el deportista profesional tengan sólo diez veces (signifique esto lo que signifique) la habilidad y determinación de una sola persona. Pero la diferencia se encuentra en que estén concentradas en una sola persona.



Cuando decimos que un trabajo está demasiado bien pagado y otro demasiado mal pagado, ¿qué estamos realmente diciendo? En un mercado libre, los precios se determinan por lo que desean los compradores. A la gente le gusta más el baloncesto que la poesía, así que los jugadores de baloncesto ganan más dinero que los poetas. Decir que un cierto tipo de trabajo está mal pagado es por tanto lo mismo que decir que la gente quiere las cosas equivocadas.



Bueno, es verdad que la gente quiere cosas equivocadas. Parece extraño que nos sorprenda. Y parece aún más extraño decir que es injusto que ciertos tipos de trabajos estén mal pagados.[7] Lo que se está diciendo es que es injusto que la gente quiera cosas equivocadas. Es lamentable que la gente prefiera los reality shows y los perritos calientes a Shakespeare y la verdura al vapor pero, ¿injusto? Es como decir que el azul es pesado o que arriba es circular.



Aquí la apariencia de la palabra "injusto" lleva la inconfundible firma espectral del "modelo papá". ¿Si no por qué aparecería esta idea en este contexto tan extraño? Mientras que quien hable siga operando dentro del "modelo papá" y viendo la riqueza como algo que surge de una fuente común y tiene que compartirse, en lugar de algo que se genera haciendo lo que quiere otra gente, eso será exactamente lo que tendremos advirtiendo que unas personas ganan mucho más que otras.



Cuando hablemos de "distribución desigual de los ingresos", deberíamos a la vez preguntarnos de dónde vienen esos ingresos.[8] ¿Quién crea la riqueza que representan? Como resulta que el ingreso varía simplemente de acuerdo con cuánta riqueza crea la gente, la distribución puede ser desigual, pero difícilmente será injusta.



Robándola



La segunda razón por la que tendemos a encontrar alarmantes las grandes disparidades en riqueza es que durante la mayor parte de la historia de la humanidad la forma usual de acumular fortuna fue robarla: en las sociedades pastoriles como cuatreros, en las agrícolas apropiándose de las tierras de otros en tiempos de guerra e imponiéndoles impuestos en tiempos de paz.



En los conflictos, quienes estén en el bando ganador recibirán las propiedades confiscadas a los perdedores. En Inglaterra, en los 1060, cuando Guillermo el Conquistador distribuyó las propiedades de los nobles anglosajones derrotados entre sus seguidores, el conflicto era militar. En los 1530, cuando Enrique VIII distribuyó las propiedades de los monasterios entre sus seguidores, era principalmente político.[9] Pero el principio era el mismo. De hecho, el mismo principio está operando ahora mismo en Zimbabwe.



En sociedades más organizadas, como China, el soberano y sus funcionarios empleaban los impuestos en lugar de la confiscación. Pero también aquí vemos el mismo principio: la manera de hacerse rico no es crear riqueza, sino servir a un soberano suficientemente poderoso como para apoderarse de ella.



Eso empezó a cambiar en Europa con el surgimiento de la clase media. Ahora pensamos en la clase media como aquellos que no son ni ricos ni pobres, pero originalmente fueron un grupo distinto. En una sociedad feudal sólo había dos clases: una aristocracia guerrera y los siervos que trabajaban en sus dominios. La clase media era un tercer grupo nuevo que vivía en las ciudades y sobrevivían por sí mismos por la manufactura y el comercio.



En los siglos X y XI la nobleza menos importante y los antiguos siervos empezaron a actuar conjuntamente en ciudades que gradualmente fueron haciéndose suficientemente poderosas como para ignorar a los señores feudales locales.[10] Igual que los siervos, la clase media se ganaba la vida en buena medida creando riqueza. (En ciudades portuarias como Génova y Pisa, también se dedicaron a la piratería.) Pero al contrario que los siervos tenían un incentivo para crear mucha. Toda la riqueza que creaba un siervo pertenecía a su amo. No tenía mucho sentido crear más de lo que se podía ocultar. Por el contrario, la independencia de los villanos les permitía quedarse con toda la riqueza que creaban.



Una vez que fue posible hacerse rico creando riqueza, la sociedad en general empezó a hacerse más rica muy rápidamente. Casi todo lo que tenemos lo creó la clase media. De hecho, las otras dos clases prácticamente han desaparecido en las sociedades industriales y sus nombres se han puesto a los dos extremos de la clase media. (En el sentido original del término, Bill Gates pertenece a la clase media.)



Pero no fue hasta la revolución industrial cuando la creación de riqueza pudo reemplazar definitivamente a la corrupción como la mejor manera de hacerse rico. Al menos en Inglaterra, la corrupción sólo empezó a estar mal vista (y de hecho empezó a llamársele "corrupción") cuando comenzó a haber otras formas más rápidas de hacerse rico.



La Inglaterra del siglo XVII se parecía mucho al Tercer Mundo de hoy, en el sentido que un puesto en el gobierno era un camino reconocido hacia la riqueza. Las grandes fortunas de ese tiempo aún derivaban más de lo que podríamos calificar como corrupción que del comercio.[11] Para el siglo XIX las cosas habían cambiado. Seguía habiendo sobornos, como sigue habiendo hoy día en todas partes, pero para entonces la política se había dejado en manos de hombres a los que les movía más la vanidad que la codicia. La tecnología había hecho posible crear riqueza más rápidamente de lo que podía robarse. El prototipo de rico en el siglo XIX no era un cortesano, sino un industrial.



Con el ascenso de la clase media, la riqueza dejó de ser un juego de suma cero. Jobs y Wozniak no nos han hecho pobres para hacerse ricos. Más bien al contrario: han creado cosas que hacen nuestras vidas materialmente más ricas. Tenían que hacerlo o no les habríamos pagado por ello.



Peor como en la mayor parte de la historia mundial la vía principal hacia la riqueza ha sido robarla, tendemos a sospechar de la gente rica. Los universitarios idealistas ven confirmado su modelo infantil de riqueza inconscientemente preservado por ilustres escritores del pasado. Es un caso de error que se mezcla con obsolescencia.



"Detrás de cada gran fortuna, hay un crimen", escribió Balzac. Aunque en realidad no lo hizo. Lo que realmente dijo es que una gran fortuna sin causa aparente se debe probablemente a un crimen tan bien ejecutado que ha sido olvidado. Si estamos hablando sobre la Europa del año 1000 o la mayoría del Tercer Mundo hoy, la frase mal citada sería exacta. Pero Balzac vivió en la Francia del siglo XIX, donde estaba produciéndose la revolución industrial desde hacía tiempo. Él sabía que podíamos hacer una fortuna sin robarla. Después de todo, lo hizo él siendo un novelista popular.[12]



Sólo unos pocos países (y no es coincidencia que sean los más ricos) han alcanzado esta etapa. En la mayoría, la corrupción sigue estando a la orden del día. En la mayoría, la manera más rápida de obtener riqueza es robarla. Así que cuando vemos que aumentan las diferencias de ingresos en un país rico hay una tendencia a preocuparse porque esté marchando hacia atrás para convertirse en otra Venezuela. Pienso que lo que vemos es lo contrario: un país caminando firmemente para alejarse de Venezuela.



La palanca tecnológica



¿Incrementará la tecnología la diferencia entre ricos y pobres? Sin duda incrementará la diferencia entre productivos e improductivos. En realidad, para eso es la tecnología. Con un tractor un granjero con energías puedes arar seis veces más terreno diariamente de lo que podía hacerlo con caballos. Pero sólo si llega a dominar un nuevo tipo de agricultura.



He observado crecer ostensiblemente la palanca tecnológica a lo largo de mi vida. En el instituto ganaba dinero cortando el césped y vendiendo helado en Baskin-Robbins. Era el único trabajo disponible por aquel entonces. Hoy día los estudiantes de bachillerato podrían escribir software o diseñar sitios web. Pero sólo están dispuestos a hacerlo unos pocos: el resto seguirá vendiendo helados.



Recuerdo muy claramente cuando en 1985 la mejora tecnológica hizo posible que me comprara un ordenador. En unos meses lo estaba empleando para ganar dinero como programador freelance. Pocos años antes no hubiera podido hacerlo. Pocos años antes no había programadores freelance. Pero Apple creó riqueza en forma de ordenadores poderosos y baratos y los programadores inmediatamente se pusieron manos a la obra empleándolos para crear más riqueza.



Como sugiere este ejemplo, el ritmo al que la tecnología incrementa nuestra capacidad productiva es probablemente polinómico, más que lineal. Así que deberíamos esperar ver variaciones en incremento constante en la productividad individual con el paso del tiempo. ¿Incrementará esto la diferencia entre ricos y pobres? Depende de a qué diferencia nos refiramos.



La tecnología podría incrementar las diferencias en ingresos, pero parece disminuir otras diferencias. Hace cien años los ricos llevaban un tipo de vida diferente del de la gente normal. Vivían en casas llenas de sirvientes, vestían incómodas y elaboradas prendas y viajaban en carruajes tirados por caballos que necesitaban sus propios establos y sirvientes. Hoy día, gracias a la tecnología, la vida de los ricos se parece más a la de la gente normal.



Los coches son un buen ejemplo de por qué. Es posible comprar coches caros fabricados a mano, que cuestan cientos de miles de dólares. Pero no tiene mucho sentido hacerlo. Las empresas ganan más dinero fabricando un gran número de coches normales que un pequeño número de coches caros. Así que una empresa que fabrica un coche producido en masa puede permitirse gastar mucho más en diseño. Si compramos un coche hecho a medida, siempre habrá algo que no funcione. Comprar uno hoy día sólo tiene sentido para demostrar que podemos hacerlo.



O consideremos los relojes. Hace cincuenta años, gastar un montón de dinero en un reloj suponía obtener un mejor rendimiento. Cuando los relojes se movían mecánicamente, los relojes caros marcaban más precisamente la hora. Ya no. Desde el descubrimiento de la vibración del cuarzo, un Timex normal es más preciso que un Patek Philippe que cuesta cientos de miles de dólares.[13] De hecho, al igual que los coches caros, si decidimos gastar un montón de dinero en un reloj, tenemos que soportar algunos inconvenientes por ello: además de tener menor precisión horaria, los relojes mecánicos se averían.



Lo único que la tecnología no puede abaratar es la marca. Por eso precisamente cada vez oímos más acerca de ella. La marca es el residuo que queda cuando se evaporan las diferencias sustantivas entre ricos y pobres. Pero la etiqueta que muestra nuestro producto es algo mucho menos importante que tenerlo o no tenerlo. En 1900 si alguien tenía un carruaje nadie le preguntaba de qué año era el modelo. Si tenía uno, es que era rico. Si no era rico, tomaba el ómnibus o caminaba. Hoy día incluso los estadounidenses más pobres conducen coches y sólo porque estamos muy bien entrenados por la publicidad podemos llegar a reconocer los que son especialmente caros.[14]



Lo mismo ha pasado en todas las industrias. Si hay suficiente demanda de algo, la tecnología lo hará suficientemente barato como para venderlo en grandes cantidades y las versiones producidas en masa serán, si no mejores, al menos más prácticas.[15] Y no hay nada que les guste más a los ricos que lo práctico. Los ricos que yo conozco conducen los mismos coches, visten las mismas ropas, tienen el mismo tipo de muebles y comen lo mismo que el resto de mis amigos. Sus casas están en barrios diferentes, o si están en el mismo barrio son de diferente tamaño, pero dentro de ellas la vida es similar. Las casas se edifican empleando las mismas técnicas de construcción y contienen casi los mismos objetos. No es práctico hacer algo caro y a la medida.



Asimismo, los ricos gastan su tiempo como el resto de la gente. Parece que hace tiempo que desaparecieron los Bertie Wooster. Hoy día, la mayoría de la gente suficientemente rica como para no trabajar, lo sigue haciendo de todas formas. No es sólo la presión social: la inactividad es solitaria y desmoralizante.



Tampoco tenemos las distinciones sociales que había hace cien años. Las novelas y manuales de etiqueta de ese periodo hoy parecen descripciones de una extraña sociedad tribal. "Con respecto a la continuidad de las amistades (…)", advierte el Libro de gestión familiar de la Señora Beeton (1880), "puede resultar necesario, en algunos casos, a un ama de casa renunciar, al asumir la responsabilidad del hogar, a muchas de las iniciadas en una etapa anterior de su vida". Se esperaba que una mujer que se casara con un hombre rico olvidara a las amigas que no lo hacían. Pareceríamos bárbaros si nos comportáramos así hoy día. Asimismo tendríamos una vida muy aburrida. La gente sigue tendiendo de alguna forma a la segregación, pero mucho más basándose en la educación que en la riqueza.[16]



Material y socialmente, la tecnología parece estar disminuyendo la diferencia entre ricos y pobres, no aumentándola. Si Lenin se paseara por las oficinas de una empresa como Yahoo o Intel o Cisco, pensaría que el comunismo había triunfado. Todos vestirían la misma ropa, tendrían el mismo tipo de oficina (o de cubículo) con los mismos muebles y se tutearían usando sus nombres, en lugar de sus títulos. Todo sería tal como había predicho, hasta que mirara sus cuentas bancarias. Vaya.



¿Es un problema que la tecnología agrande la diferencia? No parece serlo tanto. Aunque agrande la diferencia en ingresos, parece disminuir todas las demás diferencias.



Una alternativa a un axioma



A menudo oímos que se critica una política basándose en que incrementaría la diferencia de ingresos entre ricos y pobres. Como si fuera un axioma que esto debería ser malo. Puede ser cierto que un incremento en la variación de ingresos sea malo, pero no veo cómo podemos decir que sea axiomático.



De hecho, puede incluso ser falso en democracias industriales. En una sociedad de siervos y caudillos indudablemente una variación en los ingresos es una señal de un problema subyacente. Pero la servidumbre no es la única causa de variación en los ingresos. Un piloto de un 747 no gana 40 veces lo que una persona encargada de facturación porque sea un caudillo que la esté esclavizando de alguna forma. Sencillamente, sus habilidades son mucho más valiosas.



Me gustaría proponer una idea alternativa: en una sociedad moderna, la variación en ingresos sería un signo de salud. La tecnología parece incrementar la variación en productividad a ritmos superiores a los lineales. Si no vemos una variación equivalente en los ingresos, hay tres posibles explicaciones: (a) la innovación técnica se ha detenido, (b) la gente que debería crear la mayor riqueza no lo hace o (c) no se les está remunerando por ello.



Creo que podemos afirmar con rotundidad que (a) y (b) serían malas. Si usted discrepa, intente vivir un año empleando sólo los recursos disponibles para un noble franco medio del año 800 y nos informa. (Seré generoso no enviándole a la edad de piedra.)



La única opción, si vamos a tener una sociedad cada vez más próspera sin incrementar las variaciones en ingresos parece ser (c), la gente crearía un montón de riqueza sin que se les remunerara. Por ejemplo, Jobs y Wozniak trabajarían encantados 20 horas al día para producir el ordenador Apple para una sociedad que les permitiría, después de pagar impuestos, obtener sólo la parte de sus ingresos equivalente a lo que habrían conseguido trabajando de 9 a 5 en una gran empresa.



¿Crearía riqueza la gente si no se les puede remunerar? Sólo si fuera divertido. La gente escribiría sistemas operativos gratis. Pero no los instalaría o aceptaría llamadas de consulta o enseñaría a los clientes a utilizarlos. Y al menos el 90% del trabajo que hacen incluso las compañías más técnicas es de este segundo tipo tan poco atractivo.



Todos los tipos de creación de riqueza que no sean divertidos disminuyen radicalmente en una sociedad que confisca las fortunas privadas. Podemos confirmarlo empíricamente. Supongamos que oímos un ruido extraño que podría deberse a un ventilador cercano. Apagamos el ventilador y el ruido desaparece. Lo encendemos y vuelve a empezar. Apagado, silencio. Encendido, ruido. A falta de otra información, parece que el ruido lo causa el ventilador.



En distintos lugares y momentos de la historia, el botón de acumular una fortuna creando riqueza se ha encendido y apagado. Norte de Italia en el 800, apagado (los señores de la guerra podía robarlo). Norte de Italia en 1100, encendido. Francia Central en 1100, apagado (aún feudal). Inglaterra en 1800, encendido. Inglaterra en 1974, apagado (impuesto del 98% sobre ingresos por inversiones). Estados Unidos en 1974, encendido. Incluso tenemos un estudio gemelo: Alemania Occidental, encendido; Alemania Oriental, apagado. En cada caso, la creación de riqueza parece aparecer o desaparecer igual que el ruido de un ventilador a medida que encendemos o apagamos la posibilidad de quedarnos con ella.



Hay algo de inercia en ello. Probablemente tome al menos una generación transformar a la gente en alemanes orientales (por suerte para Inglaterra). Pero si sólo fuera un ventilador lo que estuviéramos estudiando, sin todo en bagaje extra que conlleva el polémico asunto de la riqueza, nadie tendría ninguna duda de que era el ventilador lo que estaba causando el ruido.



Si suprimimos la variaciones en ingresos, ya sea robando las fortunas privadas, como solían hacer los señores feudales, o por vía impositiva, como han hecho algunos gobiernos modernos, los resultados siempre parecen ser los mismos. La sociedad en su conjunto se empobrece.



Si yo tuviera la oportunidad de vivir en una sociedad donde me encontrara materialmente mucho mejor que ahora, pero estuviera entre los más pobres o en una en la que estuviera entre los más ricos, pero mucho peor que ahora, elegiría la primera opción. Si tuviera hijos, podría decirse que sería inmoral no hacerlo. Se quiere evitar la pobreza absoluta, no la relativa. Si, como indica el ejemplo, tenemos que elegir entre una u otra en nuestra sociedad, elijamos la pobreza relativa.



Necesitamos gente rica en nuestra sociedad, no tanto porque al gastar su dinero creen puestos de trabajo, sino por lo que tienen que hacer para hacerse ricos. No me refiero al efecto goteo. No digo que si dejamos que Henry Ford se haga rico nos vaya a contratar como camarero en su próxima fiesta. Lo que digo es que nos fabricará un tractor para reemplazar a nuestro caballo.










[1] Parte de la razón por la que este asunto es tan discutido es que algunos de que más hablan sobre la riqueza (estudiantes universitarios, herederos, profesores, políticos y periodistas) tienen una experiencia mínima en crearla (este fenómeno les será familiar a cualquiera que haya oído conversaciones sobre deportes en un bar).



Los estudiantes en su mayor parte dependen de sus padres y no se han parado a pensar acerca de dónde viene el dinero. Los herederos dependerán de sus padres toda la vida. Los profesores y políticos viven en los remolinos socialistas de la economía, lejos de la creación de la riqueza y se les paga un salario fijo independientemente de lo duro que trabajen. Y los periodistas, como parte de su código profesional, se aíslan de la parte del negocio para el que trabajan que recauda los ingresos (el departamento de publicidad). Muchas de estas personas nunca se enfrentan cara a cara con el hecho de que el dinero que reciben representa riqueza, riqueza que, excepto en el caso de los periodistas, algún otro creó previamente. Viven en un mundo en el que la riqueza la distribuye una autoridad central de acuerdo con cierta noción abstracta de justicia (o a su libre albedrío, en el caso de los herederos), en lugar de aportada por otra gente a cambio de algo que desean, así que les parece injusto que las cosas no funcionen igual en el resto de la economía.



(Algunos profesores sí crean una buena porción de riqueza para la sociedad. Pero el dinero que reciben no es un quid pro quo. Más bien tiene la naturaleza de una inversión).







[2] Cuando uno lee acerca de los orígenes de la Sociedad Fabiana, suena como algo inventado por los héroes infantiles eduardianos altruistas de la novela de Edith Nesbit, The Wouldbegoods.







[3] De acuerdo con un estudio de la Corporate Library, el ingreso medio total, incluyendo salarios, extras, participaciones y opciones sobre acciones, de los presidentes de las 500 compañías incluidas en el índice Standard&Poors (S&P) fue de 3,65 millones de dólares en 2002. Según Sports Illustrated, el salario medio de un jugador de la NBA durante la temporada 2002-03 fue de 4,54 millones y el de un jugador de las ligas mayores de béisbol al inicio de la temporada 2003 era de 2,56 millones. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el salario anual medio en EE.UU. en 2002 fue de 35.560 dólares.







[4] A principios del Imperio el precio de un esclavo adulto normal parece haber sido de unos 2.000 sestercios (p. ej., Horacio, Sat. Ii.7.43). Una sirvienta costaba 600 (Marcial vi.66), mientras que Columela (iii.3.8) decía que un vendimiador experto había costado 8.000. Un doctor, P. Decimus Eros Merula, pagó 50.000 sestercios por su libertad (Dessau, Inscriptiones 7812). Séneca (Ep. xxvii.7) informa que un tal Calvisius Sabinus pagó por esclavos educados en los clásicos griegos 100.000 sestercios por cada uno. Plinio (Hist. Nat. vii.39) decía que el precio más alto pagado por un esclavo en su tiempo fue de 700.000 sestercios, por el lingüista (y posiblemente profesor) Daphnis, pero desde entonces la cantidad se había visto sobrepasada por actores que compraban su propia libertad.



La Atenas clásica mostraba una variedad similar en precios. Un trabajador ordinario valía de 125 a 150 dracmas. Jenofonte (Mem. ii.5) menciona precios que van de los 50 a los 6.000 dracmas (para el director de una mina de oro).



Para más información sobre economía de la esclavitud antigua, ver Jones, A. H. M., "Slavery in the Ancient World," Economic History Review, 2:9 (1956), 185-199, reimprreso en Finley, M. I. (ed.), Slavery in Classical Antiquity, Heffer, 1964.







[5] Eratóstenes (276-195 a.C.) midió longitudes de sombras en diferentes ciudades para calcular la circunferencia terrestre. Erró, pero sólo por un 2%.







[6] No, y Windows, respectivamente.







[7] Una de las mayores diferencias entre el "modelo papá" y la realidad es la valoración del trabajo duro. En el "modelo papá", el trabajo duro es meritorio por sí mismo. En la realidad, la riqueza se mide por lo que uno genera, no por cuánto esfuerzo se ponga. Si pinto la casa de otro, el propietario no me pagaría un extra por hacerlo con un cepillo de dientes.



Puede que le parezca injusto a alguien que siga pensando dentro del "modelo papá" que cuando alguien trabaje duro no se le pague demasiado. Para aclarar las cosas, deje de lado a los demás y ponga a nuestro trabajador en una isla desierta, cazando y recolectando fruta. Si lo hace mal, trabajará duro y no conseguirá mucha comida. ¿Es esto injusto? ¿Quién está siendo injusto con él?







[8] Parte de la razón de la tenacidad del "modelo papá" puede ser el doble sentido del término "distribución". Cuando los economistas hablan de la “distribución de ingresos”, quieren decir distribución estadística. Pero cuando se usa la frase en lenguaje normal, no puede evitarse asociarlo con el otro sentido de la palabra (como por ejemplo en "distribución de limosnas") y por tanto haciendo ver inconscientemente la riqueza como algo que fluye de un grifo central. La palabra "regresivo" aplicada al tipo impositivo tiene un efecto similar, al menos en mí: ¿cómo puede ser bueno algo regresivo?







[9] "Desde el inicio del reinado Thomas Lord Roos fue un cortesano asiduo al joven Enrique VIII y se dio prisa en llevarse recompensas. En 1525 se le hizo Caballero de la Jarretera y se le otorgó el condado de Rutland. Cuando tenía treinta años, su apoyo a la ruptura con Roma, su celo en aplastar la Peregrinación de la Gracia y su disposición a votar la pena de muerte en los espectaculares procesos de traición que salpicaron la errática evolución matrimonial de Enrique le hicieron un evidente candidato al otorgamiento de propiedades monásticas."



Stone, Lawrence, Family and Fortune: Studies in Aristocratic Finance in the Sixteenth and Seventeenth Centuries, Oxford University Press, 1973, página 166.







[10] Hay evidencia arqueológica de grandes asentamientos anteriores, pero es difícil saber qué ocurría en ellos.



Richard Hodges y David Whitehouse, Mohammed, Charlemagne and the Origins of Europe, Cornell University Press, 1983.







[11] William Cecil y su hijo Robert fueron, cada uno en su momento, los ministros más poderosos de la Corona y ambos emplearon su posición para amasar fortunas que se cuentan entre las mayores de su tiempo. Robert en particular llevó los sobornos al límite de la traición. "Como secretario de Estado y principal asesor sobre política exterior del Rey Jacobo, fue un receptor especial de favores, ofreciéndole los holandeses grandes sobornos para que no hiciera la paz con España y los españoles grandes sobornos para que hiciera la paz" (Stone, op.cit., página 17).







[12] Aunque Balzac hizo un montón de dinero escribiendo, era notablemente poco previsor y tuvo problemas con las deudas toda su vida.







[13] Un Timex puede variar en torno a ±0,5 segundos por día. El reloj mecánico más preciso, el Patek Philippe 10 Day Tourbillon, asegura entre -1,5 y +2 segundos. Su precio de venta está en torno a los 220.000 dólares.







[14] Si se le preguntara cuál es más caro, una limusina de diez asientos Lincoln Town de 1989 (5.000 dólares) o un Mercedes S600 Sedan de 2004 (122.000 dólares), el eduardiano medio se equivocaría.







[15] Para decir algo sensato acerca de los ingresos, tenemos que hablar de ingresos reales, o de ingresos medidos en relación con lo que pueden comprar. Pero la forma habitual de calcular los ingresos reales ignora buena parte de crecimiento de la riqueza a lo largo del tiempo, ya que ésta depende de un índice de precios de consumo creado dando vueltas a cifras que son precisas sólo localmente y no incluye los precios de los nuevos inventos hasta que son tan comunes que estabilizan los precios.



Así que mientras podríamos pensar que es mucho mejor vivir en un mundo con antibióticos o tráfico aéreo o una red de energía eléctrica, las estadísticas de ingresos reales calculadas de la forma usual nos probarán que sólo somos ligeramente más ricos por tener estas cosas.



Otra aproximación podría ser preguntarse, si pudiéramos volver al año x en una máquina del tiempo, ¿cuánto tendríamos que gastar en bienes de comercio para hacer nuestra fortuna? Por ejemplo, si volviéramos a 1970 indudablemente será menos que 500$, porque la capacidad de procesamiento que podemos obtener hoy por 500$ hubiera costado al menos 150 millones de dólares en 1970. La función se hace enseguida asintótica, pues para lapsos superiores a cien años o así podríamos obtener lo que se necesitaba en la basura de un día actual. En 1800 una botella de plástico vacía con un tapón a rosca hubiera parecido un trabajo milagroso.







[16] Algunos dirán que viene a ser lo mismo, ya que los ricos tienen mejores oportunidades de educación. Es cierto. Aún es posible, hasta cierto punto, comprar el acceso de nuestros hijos a las mejores universidades enviándoles a escuelas privadas que efectivamente eliminan los procesos de admisión universitarios.



De acuerdo con un informe del año 2002 del Centro Nacional de Estadísticas Educativas, alrededor del 1,7% de los niños estadounidenses acude a escuelas privadas no sectarias. En Princeton, el 36% de los alumnos de 2007 procede de esas escuelas. (Es curioso que el número en Harvard es significativamente más bajo, en torno al 28%). Evidentemente es un enorme coladero. Al menos parece que se está cerrando, no abriendo.



Quizá quienes diseñan los procesos de admisión deberían aprender del ejemplo de la seguridad informática y en lugar de asumir que su sistema no puede atacarse, medir el grado en que puede serlo.